domingo, 27 de marzo de 2011
El baloncesto
El deporte
Aparte de los impactos directos que tiene sobre el organismo (fortalecimiento del sistema cardiovascular, aumento de la masa muscular, mejoramiento del estado físico), el deporte contribuye al establecimiento de una relación positiva con el propio cuerpo y permite vivir experiencias de solidaridad y confianza que, a su vez, promueven la formación de una identidad.
El deporte brinda acceso a los individuos o a grupos juveniles existentes, o bien puede funcionar como punto de partida para la creación de nuevos grupos deportivos. Muchas culturas juveniles se expresan a través de actividades deportivas tales como andar en monopatín, beisbol, yoga, artes marciales, fútbol de calle, ciertos tipos de danza (rave, break dance, techno, folklore, etc.) o actividades artísticas (malabarismo, zancos) que pueden aprovecharse para la implementación de medidas del proyecto. Los impactos positivos a nivel individual son sobre todo el resultado de la propia actividad física. Los adolescentes toman conciencia de sus fuerzas y sus limitaciones físicas, y eso les da un buen sentido de sus propios cuerpos que influye positivamente en su bienestar general. Esto es especialmente útil en culturas en las que hay pocas oportunidades abiertas de llegar a conocer el propio cuerpo debido a los tabúes, los ideales de belleza excesivos, el general desprecio de la sexualidad o la reducción del cuerpo femenino a la función de tener hijos.
La diversión y la competición que van asociadas a las actividades deportivas ayudan a fortalecer la autoconfianza y la conciencia física de los jóvenes, les permiten comprender sus propios cuerpos, y fortalecen su personalidad, lo que constituye un requisito previo importante para el desarrollo de una actitud responsable hacia la sexualidad y la SSR (salud sexual y reproductiva). El deporte es positivo para la buena salud y el bienestar general.